miércoles, 24 de noviembre de 2010

Memoria y justicia...


La Pachamama llora la muerte de sus hijos en Formosa.
La Pachamama reclama que la dejen libre.
La Pachamama reclama sus padres.
La Pachamama te busca Toba, la Pachamama grita, la Pachamama reclama, la Pachamama sueña.

No se devuelve la dignidad robada hace más de 500 años solo cambiando el nombre al feriado del 12 de octubre... hace fata más que eso.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Vos y yo


El tiempo pasa
nosotros permanecemos
moviéndonos
creciendo.
Las noches van y vienen,
yo te abrazo, vos me besas,
duermo con tu nombre
pegado a mis sueños.
Los días llegan
las mañanas me despiertan
con tus ojos a mi lado
con los besos de tu boca.
El tiempo pasa,
nosotros seguimos construyendo,
el tiempo rie
nosotros también.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Basta de las dos Argentinas

Hace unos días que muchas cosas dan vueltas por mi cabeza. Desde ver una plaza repleta de gente llorando, hasta saber de mucha gente que levantaba sus copas y tocaba sus bocinas. Sin dudas, como fenómenos social, hacía mucho tiempo que no se veía plasmado en la figura de un solo hombre, tanto amor y, al mismo tiempo, tanto odio. Amor que se transformó en lágrimas y odio que, en algunas ocasiones, se transformó en "mi más entido pésame presidenta".
Este fenómeno social, nos muestra a la clara, que parecemos vivir en los extremos. O apoyás las políticas y sos oficialista o las detestás y sos oposición. No se puede apoyar a medias, no se puede estar en contra a medias. Sé que este gobierno no hizo todo bien, pero tampoco creo que haya hecho todo mal. ¿Y entonces? ¿Soy Kirchnerista o soy opositor? Mejor, ARGENTINO. Sí, ARGENTINO que quiere ver a su país crecer, a su país con más justicia social e igualdad. Y para eso, creo que no podemos tirar siete años de gestión por el piso por el solo hecho de que tenga la firma de Kirchner. Se hicieron cosas mal y esas cosas hay que modificarlas, pero también se hicieron cosas bien y por esas cosas hay que luchar. Para construir desde lo bueno y no siempre desde cero.
Ese es mi humilde pensamiento, mi humilde aporte para reflexionar sobre este país. Para reflexionar sobre esta postura que nos divide cada vez más y nos desune. Hagamos un país entre todos. Alguna vez, hagamos un país entre todos.

viernes, 29 de octubre de 2010

miércoles, 6 de octubre de 2010

Esperanza que espera


Esperanza que espera en una risa fina y suave,
esperanza que espera en un día de ayer, de mañana, de hoy,
esperanza que surge tras una nariz colorada,
esperanza que nace en dos ojos pequeños.
Esperanza que se cuela en mis zapatos,
que se acomoda en mi bolsillo,
en los bolsillos pequeños de esos pequeños
entre las piedras, los sapos y un pedacito de pan.
Esperanza que espera a un payaso que la despierte,
esperanza que juega a las rondas, a la escondida
o que gira en un yo-yo.
Esperanza que te busca en las miradas,
que te envuelve en los suspiros,
que te atrapa en las manos que se estrechan,
en los gritos que te llaman para jugar.
Esperanza que espera a que este mundo las invite,
les de lugar para soñar, reir y jugar,
esperanza que espera en el cielo,
en las trenzas, los autitos, las muñecas y lo gritos de felicidad...

Esperanza, esperanza...

viernes, 1 de octubre de 2010

Carta enviada al Senador Miguel Ángel Pichetto

Quizás nunca lea este mensaje y quizás nunca lo responda. Mi nombre es Matías Ferreyra, soy Profesor de Nivel Primario y actualmente estudiante de la Escuela de Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de Córdoba. Sinceramente quería felicitarlo por tener la suerte de haber nacido con una "cara normal". Porque todos los que nacen con esta cara son lo que pueden llegar a ser alguien en este país. Yo le pregunto, si Evo Morales intenta ir a un banco de este país, ¿lo van a arrestar? Pero claro, yo no le echo la culpa de esto a usted. Cuando uno lee la historia de este país, se da cuenta de que el racismo está instalado desde hace mucho tiempo. Ya Sarmiento hablaba de masas ignorantes cuando refería a todos aquellos que hoy son los que tienen la "cara de delincuentes". El mismo Alberdi manifestaba que "¿quién conoce a un caballero entre nosotros que haga alarde de ser un indio neto? ¿Quién casaría a su hermana o a su hija con un infanzón de la Araucaria, y no mil veces con una zapatero inglés?" Civilización y barbarie todavía hoy sigue instalado en gente como usted. Barbarie que ahora es marginación absoluta, marginación que hoy es sinónimo de delincuencia, drogadicción, prostitución, ignorancia, alcoholismo. ¿Podemos llegar lejos cómo país de esta forma? Sinceramente me siento defraudado porque yo creí muchas veces en sus palabras y ojalá pudiera tomar su declaración sobre la "cara de delincuente" como algo más, pero es imposible estimado. Claro que quizás no lea esto y ni siquiera le importe responder porque yo soy un ciudadano más entre tantos otros que seguramente lo aplauden y lo vitorean por su manifestación. Seguramente muchos van a decir que Usted dice lo que nadie se anima a decir. Pero yo no. Yo no lo aplaudo y le pido que ojalá que reflexione. Le pido que se de cuenta de que esos sujetos "con cara de delincuentes" son descendiente de los más puro de esta tierra, son los descendientes de los "desiertos" argentinos (como osaron llamar algunos a nuestras hermosas tierras), son los dueños de este hermoso lugar que muchos, que tienen "caras lindas", les quitaron con la muerte. Ojalá todos tuvieran la suerte de nacer en una linda casa, con una hermosa familia, ir a un buen colegio y tener una buena educación. Pero no es así y usted lo debe saber bien. Usted sabe muy bien que hay gente que no tiene esa suerte. Hay gente que nace rodeada de delincuencia, de prostitución, de drogas y de armas. Entonces qué pretendemos, ¿qué salgan a trabajar? Son generaciones de gente sin trabajo, generaciones de gente que pide para vivir y que muchas veces tiene que robar para llevar comida a la casa. La pobreza no es culpa de los pobres señor. La droga no la inventan los pobres, la inventan los que tienen plata. La delincuencia no le sirve a los pobres, beneficia a los ricos. La pobreza es un gran negocio para muchos Senador, entonces no los culpen por su rostro. Su manifestación es una de las peores formas de violencia: la violencia simbólica. El mensaje que usted dio es decirles a todos aquellos que no se acerquen al "canon de belleza y buena cara", que en este país están perdidos, que en este país no tienen derecho a nada. Pero claro, nada que no sepan ya. Si no tienen derecho a la vida, ¿acaso les importará el derecho a entrar a un banco?

miércoles, 29 de septiembre de 2010

"Esos pobres negros..."

Tan fácil es señalarlos. Tan fácil es decir de una sola vez cual es su destino. Tan fácil es describirlos. Tan fácil es ponerse a hablar diciendo que son todos "choros", "faloperos" y borrachos. Tan fácil es cruzarse de vereda cuando algun "negrito" viene de frente. "Acá no voy porque se llena de negros"; "Acá no voy porque estos negros seguro que me roban todo". En las escuelas son los burros, los desordenados, los sucios. En los trabajos son los últimos de la fila, los que hacen el trabajo de "negros", claro. El que tuvo la desgracia de nacer en la villa que no se preocupe por intentar salir, que la sociedad"culta" se ocupa de meterlo de nuevo. "Si roban es porque quieren, porque les gusta, porque quieren las cosas fáciles, son vagos, no quieren trabajar, no quieren ir a estudiar". ¿Cuántas veces se escucha esto en la boca de la gente? Muchas veces cuando un menor comete un delito, lo primero que se dice es que hay que endurecer las penas "porque yo recuerdo bien que a esa edad yo jugaba con autitos o muñecas". Eso se dice y sin embargo yo pienso: ¿Más duras las penas todavía? ¿No sufren demasiadas penas ya? ¿Si no tienen garantizado el derecho a la vida, la sociedad pretende que sean educados, respetuosos u ordenados? ¿Si ni siquiera muchas veces tienen agua, pretenden que sean "limpitos"? Muchos chicos desde que nacen están expuestos a violencia familiar, a drogas, a armas, a padres alcohólicos (en el caso de que los tengan). Entonces, ¿cómo pretendemos que no agarren un arma? ¿Cómo podemos pensar que deberían jugar con juguetes si nunca los tuvieron? Creo que no nos damos cuenta de que la pobreza no existe porque existan los pobres sino que existe porque existen lor ricos. La pobreza es resultado de la riqueza y no una elección de vida. Nadie "elige" ser pobre, nadie es libre para elegir ser ladrón. La misma sociedad los empuja, los excluye, los expulsa. La escuela los etiqueta y les asegura el futuro: "mirá, si es hijo de obreros, ¿qué pretendés que haga de su vida? ¿Pretendés que te aprenda más de lo que te aprende?
Es tiempo de cambiar las miradas. No se trata de mirar con pena, sino de mirar reflexivamente. Todos tienen la capacidad de superarse si hay alguien que los mire, que los escuche, que los atienda. Pero no la escucha que es por lástima, no la caridad que nos calma a nosotros mismos. No, eso no. Es tiempo de saber que detrás de esos cuerpos tan golpeados hay pequeñas almas que sueñan, pequeñas almas que aún tienen esperanzas, pequeñas manos que lo único que quieren es un juguete y volar.

Construyamos esperanzas que inviten a soñar, construyamos escuelas que invitar a jugar, construyamos miradas que inviten a creer, a saber que siempre que existan ganas, otro mundo es posible.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Esperanza anti-imperialista...


Hay días que uno prende el televisor o escucha la radio y se percata de cómo nos mienten todo el tiempo. Escuchás a funcionarios que hablan de la educación pública como si fuera el Edén, como si fuera su prioridad y, por detrás y en silencio, generan políticas para desfinanciarla. Uno ve a personas que reclaman por sus derechos, alumnos que reclaman por sus escuelas, docentes que reclaman por sus sueldos y los medios se encargan de desacreditar todo. Periodistas que los tratan de marxistas, de montoneros, de hacer política, de no querer trabajar, de vagos, de atorrantes, de “nenes de mamá”, de intolerantes, de irrespetuosos, de no querer estudiar. ¿Qué mejor forma de estudiar que reclamar por el lugar en el que estudiamos? ¿Acaso tildarlos de “zurdos” no es también hacer política? ¿Acaso está mal hacer política? ¿Es ser irrespetuoso luchar por la educación por la que tantos otros en nuestra historia lucharon? ¿Acaso reclamar por mejores condiciones laborales, no es también un acto de enseñanza? ¿Es la forma de enseñar democracia decirles que se callen? ¿Es la forma de enseñarles a ser críticos enseñarles a que obedezcan? ¿Es la forma de generar cambios decirles que respeten el orden? Da bronca saber que quieren arrancarnos las ideologías, que quieran hacernos creer que política hacen solo los que trabajan en una institución gubernamental, que no existe una historia, que no existe un origen de todo esto, que no existe una ideología neoliberal que lo único que nos quiere hacer creer es que la felicidad está en el último avance en celulares, en una figura que esté a la moda, en un par de zapatillas o un buen auto y que por favor, date prisa, porque ya no queda tiempo, porque todo tiene que ser rápido, porque ya pronto se acaba.

Da bronca saber que no es este país solamente, que es todo parte de un mismo planeta. Que ser pobre acá, es lo mismo que serlo en África o en China. Que ser marginal acá o en cualquier parte es ser un invisible, uno que nadie ve, que nadie escucha, pero al cual todos se les acercan cuando quieren un voto más. Da bronca saber que hay Iglesias que generan estadísticas sobre la pobreza, mientras los pobres piden frente a sus puertas. Da bronca que hablen de amor al prójimo cuando son capaces de dejarlos toda la noche fuera de sus rejas. Dan bronca muchas cosas. Da bronca saber que un solo país del norte de América quiere ser dueño del mundo. Cómo hablan de democracia y utilizan la guerra, la manipulación diplomática, y subvencionan golpes de estado cuando la gente no piensa como ellos o cuando en el suelo hay algo que les interesa. Da bronca que nadie diga nada, que todos callen todo. Que lo único que les importe sea tener más poder, tener más presidentes que se les arrodillen frente a ellos.

Pero sin embargo, hay algo que hace que todavía seamos muchos los que tengamos ganas de leer un libro, de estudiar a un autor, de entender las cosas de otras formas, de creer que todavía se puede hacer algo y yo me pregunto: ¿Por qué? ¿Qué es lo que nos mueve a levantarnos todos los días y leer un libro? ¿Qué es lo que nos hace ponernos a pensar que no todo está perdido? ¿Qué es lo que nos hacer reír tantas veces rodeados de tanta mierda? Y ahí, la respuesta que encuentro es la ESPERANZA. Esa esperanza que resiste los atropellos, esa esperanza que resiste el imperialismo, esa esperanza que no se deja conquistar, que lucha contra la colonización, que todavía ve en muchos ojos otras esperanzas iguales que ellas y se alegra de saber que no está sola. Esa esperanza que crea utopías. Esa esperanza que planta sonrisas para combatir el miedo. Esa esperanza que nos hace reír, que nos hace cantar y nos hace asombrar de cada día nuevo. Esperanza al fin, que cada mañana nos dice al oído: dale, levantate que todavía hay mucho que cambiar.

miércoles, 10 de febrero de 2010

La infancia de la indiferencia (o la mano que acaricia la boca)


Esta imagen pertenece a Finbarr O'Reilly, fotógrafo canadiense. Y el texto que la prosigue y que quiero transcribir, corresponde a Pablo Gentili que es un pedagógo argentino que actualmente desarrolla su tarea en Brasil. Sé que es largo, pero vale la pena leerlo. Sería interesante, que a aquellos que les gustó, lo copien y lo pasen o que inviten a otros a leerlo...

"La imagen (...) recorrió el mundo como expresión de espanto, indignación y dolor. También, como expresión de una profunda belleza. Es el rostro de una madre que espera su turno en la fila de un centro de alimentación, en Tahoua, Níger. Sobre su boca, se apoya suavemente la mano de un niño o, quién sabe, una niña: su hijo, su hija. Intuyo que pocas veces la fotografía ha podido sintetizar el trazo desgarrado de una caricia tan dulce. Tan solitaria. Tan triste. Tan necesaria. La mano de un niño o niña envejecida por el hambre acaricia la boca de su madre. Pide un beso, pan, paz, derechos, dignidad. O no pide nada, quizás.
Imágenes como ésta ponen en evidencia la barbarie de un sistema que exalta los valores de la globalización neoliberal, mientras oculta, trivializa y pretende volver insignificante la negación más brutal de los derechos humanos a cientos de millones de niños y niñas en todo el mundo. Niños y niñas abandonados, sometidos a condiciones de trabajo esclavo, campesinos maltratados, empleadas domésticas, vendedoras ambulantes, pequeños soldados del tráfico de drogas, objetos (ellos y ellas mismas) del tráfico humano, de abuso de toda especia, madres precoces, hijos de ninguna filiación, niños y niñas sin tierra, sin escuela, sin casa, sin niñez, sujetos del desprecio. Niños y niñas excluidos e invisibles como los denomina UNICEF (...). Niños y niñas que el sistema no quiere mostrar. Simplemente, porque “sobran”. El mundo no es un beneficio que les corresponda. El mundo camina en una dirección y ellos, ellas parecen estar a contramano. Son despreciados y pretenden ser transformados en eso: en nada.
(...) Una cuestión crucial es determinar cuál es la causa de las causas que producen la invisibilidad de la infancia excluida. Para responder a esta pregunta es fundamental mirar hacia el interior de los países donde los niños y niñas tienen sus derechos cotidianamente negados (...). Pero, también, especialmente, es necesario mirar hacia fuera de estos países; mirar un sistema mundial dividido entre naciones con derechos y naciones sin derechos, entre los que tienen la oportunidad de elegir su futuro y los que tienen la condena de tener que sufrirlo. La periferia del mundo capitalista (...) explota, segrega, maltrata a sus niños y niñas. El opulento mundo capitalista desarrollado no deja de ganar pocas ventajas con esto. Por eso, con poquísimas excepciones, prefiere silenciar, no mirar, borrar, desintegrar aquellas imágenes de la barbarie, del dolor. El eco de gritos que nunca llegan a retumbar en los corazones y mentes de lo que quizás ni saben que vivir tan bien como viven tiene un pesado costo para otros, para otras, cuyo rostro no conocerán. Puede ser que, ahora, al menos, conozcan la mano. Esa mano que acaricia la boca. Que se apoya suavemente sobre ella. Que apenas la toca. Que se funde y confunde en un beso desgarrado. Esa mano que acaricia la boca. Y no pide silencio. Ni indiferencia. Esa mano que acaricia la boca, porque es su forma de gritar."