Cuando era chico quería cambiar el mundo, cuando empecé a crecer me di cuenta de que el mundo era demasiado grande, así que quería cambiar mi país. Unos años más tarde comprendí que mi país también era grande entonces pensé en mi ciudad... hoy, a los 26 años, me doy cuenta de que no sé si podré cambiar algo, pero si sé que podré regalar sonrisas y como dice Arbolito: "Las revoluciones se hacen con una sonrisa"
3 comentarios:
¡qué lindo pensamiento para compartir che!
espero que sea así.
un beso!
nina
¿26 años ya? La pucha que estás viejo, ¿eh? Igual, no hay edad para regalar sonrisas, ¿no? Y no, claro que no... si vos sos viejo y te sale TAN bien. Doy fe.
simple y bello...
te regalo una sonrisa desde estos lados del universo
que tengas una linda semana
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